Por Yeniffe Tavera/Redactora LVD
Lo que comenzó como una protesta pacífica en el sector El Dean, en Monte Plata, se tornó en un momento de mucha tensión. Decenas de vecinos, cansados de vivir entre baches, basura, aguas negras, lodo y polvo, salieron a las calles para exigir que las autoridades reparen las vías que llevan años olvidadas.
La Junta de Vecinos, liderada por Nicolás Romero, fue la voz que convocó a la comunidad. Romero, con la voz cargada de frustración, contó que “ya no aguantamos más promesas que se quedan en palabras. Las calles están tan dañadas que nuestros niños no pueden salir a jugar, los adultos mayores tienen dificultades para moverse, y la economía local se resiente porque nadie quiere venir aquí”. A su lado, José García, otro líder del barrio, asentía con la mirada, recordando las largas esperas y la indiferencia que han sufrido por parte de las autoridades.
Desde muy temprano, los vecinos se reunieron en distintos puntos del barrio, con pancartas hechas a mano y consignas que reflejaban su desesperación. Para llamar la atención, bloquearon el tránsito con ramas y escombros, una imagen que habla del abandono y la urgencia que sienten. “No es la primera vez que pedimos ayuda, pero hasta ahora nadie nos ha dado una fecha para arreglar las calles. Vivimos en el olvido”, dijo una vecina, mientras limpiaba el barro que se había acumulado en la entrada de su casa.
La llegada de la Policía Nacional añadió más tensión. Según testigos, los agentes usaron bombas lacrimógenas para dispersar a la multitud, afectando incluso a niños y personas mayores que solo querían ser escuchados. Una persona fue detenida, pero hasta ahora no se sabe quién es ni por qué cargos.
“Solo pedimos vivir con dignidad. Cuando llueve, el lodo nos encierra en casa, y cuando hace sol, el polvo nos enferma. Esto no es un capricho, es una necesidad básica”, expresó con voz quebrada una madre que participaba en la protesta.
La comunidad advierte que, si no reciben una respuesta clara y rápida, seguirán manifestándose y podrían intensificar sus acciones. No se trata solo de calles, sino de respeto y calidad de vida.
Además, los vecinos explicaron que el mal estado de las vías dificulta la llegada de ambulancias y otros servicios esenciales, poniendo en riesgo la salud y seguridad de todos. “Hace poco, una ambulancia tardó más de lo normal para llegar a una emergencia porque las calles están destrozadas. Eso puede costar vidas”, comentó un joven del barrio.
Organizaciones sociales de Monte Plata han mostrado su apoyo y piden a las autoridades que atiendan este reclamo urgente. Sin embargo, hasta ahora, ni la alcaldía ni el Ministerio de Obras Públicas han dado señales de que vayan a actuar.
Los moradores de El Dean hacen un llamado directo al presidente de la República y a las instituciones responsables: “Escuchen nuestro clamor. Queremos calles dignas para vivir, para que nuestros hijos crezcan seguros y para que nuestra comunidad pueda prosperar”.
